26 de abril de 2007

La carta

Querida Tecla Varela Vergara:


Esto ocurrió el pasado 20 de octubre en un lejano pueblo del próspero estado de Michoacán, llamado Tejeringo el Chico, cerca de Tecojorita de San Casteabro y Tenalgueo el Grande, Municipio de San Jasmeo, famosos por su producción de queso barás, queso babas, queso badotas y queso plas, que por mucho superan a los franceses. Aquel hermoso día de otoño, contrajeron nupcias la señorita Pilar Godoy y el bien ponderado y atractivo Aquiles Baeza Parada; bajo la bendición del Cura Melañonga,sucesor del Cura Melchorizo (que fue nombrado muchos años antes por el Cardenal Gasdas) en la parroquia de nuestra señora Dolores (Lola) Meraz.


Las damas de honor en la ceremonia religiosa fueron las encantadoras hermanas Melo: Rosa, Deborah y Rita y por supuesto, la Mamá Melo, quien se mostró muy feliz por el gran acontecimiento. El banquete resultó ser un gran éxito, acudieron muchísimos invitados, algunos venían de muy lejos, de Lomas Turbas y Lomas Ajeo, como el millonario Agapito Melorques y su esposa Alma Marcela Silva de Alegría; también asistió gente aristócrata como Zacarías Blanco de la Barra, descendiente directo del Zar Zacarías el Grande; personajes internacionales como Willy Milano y Elber Gunn.



El maestro Sebino Sobretti, vestido elegantemente con un traje de telas de juir, fue quien dirigió la orquesta en tan prestigiada fiesta. Las niñas Concha, Queta, Mela y Rita, sobrinas del novio, fueron las primeras en correr hacia el banquete, después de que Bartolomé Costecho le gritó a la mayor:¡ Agarra mesa grande!


Una vez que se instaló todo mundo en sus respectivos lugares, llegaron los meseros a servir el banquete, en él hubo de todo, pero lo que más gustó fue el consomé costecho y el raspado de anís que nos dieron al final; los que se quedaron con ganas de postre, pues no alcanzó para todos, se fueron con Rosa la que vende mangos (manguera) en la puerta de la casa del Chico Temido del pueblo, mejor conocido como el Coyote Cojo. Cuando éste vio salir de la fiesta al pobre Benito Camelo que iba a comprar mangos y que es casi casi un santo, como el beato Carlos del Toro, le armó un pleito tremendo pues le dijo: "ayer te vi sentado en la parada" con su supuesta novia, una tal Carmela Peláez; se empezaron a pelear, llegó otro tipo de mala fama Guillermo Herdez "el pelón" y se armó un lío. La fiesta seguía y nadie se dio cuenta del pleito, excepto Agapito Vélez Obando "el pájaro", que salió corriendo del lugar pues, según Mónica Galindo, comió mucha carne pero hizo pescado (del toallero), es decir le dio una diarrea de aquellas.


A pesar de estos pequeños incidentes, la fiesta pudo continuar en paz gracias al mensaje que emitió la premio novel Rigoberta Menchú Farías, la cual iba ataviada con un hermoso vestido guatemalteco de color rosa celeste, confeccionado con una fina tela de las famosas tiendas Telas
Poncho, negocio que heredó Alfonso Jr., o sea Poncho el chico, quien también estuvo presente y disfrutó del magno evento. Por último no debemos olvidar a mi gran amigo Eduardo N. Ganiza (Lalo) y su primo Francisco Jerte (Paco) y a sus bellas acompañantes Rosa Melcacho y Alma María Rico.


Espero que hayas disfrutado este relato, tanto como yo disfruté de la fiesta, saludos


Atentamente,
El pájaro de setesientas plumas.

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