19 de diciembre de 2009
9 de noviembre de 2009
Le Mandiloné
En México abundan los mandilones y los hay de todos tipos. Casi todos, en el fondo, asumen su mandilonería con más gusto que resignación.
La reverencia por la figura femenina es, después de todo, parte de la mexicanidad. Sin embargo, ser mandilón cuando se es Juan Mengano es una cosa; serlo cuando se llevan las riendas de un país es otra completamente. A nadie le importa si a Mengano le imponen la agenda familiar o si, para tomar cualquier decisión, le pregunta antes a la señora. La debilidad del mandilón común y corriente es, por momentos, entrañable.
La debilidad –real o percibida– en un jefe de estado es harina de otro costal. México perdió un sexenio completo gracias a la histórica mandilonería de don Vicente Fox, que hizo de “la señora Martha” una segunda versión de doña Mercedes Quesada, matriarca de la familia Fox, célebre por el constante ninguneo al que sometía a su pobre hijo. Como su suegra antes que ella, la señora Martha trataba a su esposo como a un niño pequeño.
Fox, eterno nostálgico del calor materno, no sólo aceptaba ese trato en público; lo presumía. El resultado predecible fue la difusión de una imagen de debilidad casi absoluta que, a final de cuentas, dio al traste con cualquier atisbo de agenda política productiva en México.
8 de noviembre de 2009
Hagamos un trato
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.
Si algunas veces advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar conmigo.
Si otras veces me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo saber
que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto quiero decir
contar aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.
No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber a ciencia cierta
que usted sabe
que puede contar conmigo.
Mario Benedetti
31 de octubre de 2009
3 de octubre de 2009
Una mentira
Encontré en tus sombríos ojos
La verdad que tanto buscabas
No éramos más que un instante
Que jamás se volvería eterno.
Tu vida era indescifrable
La mía fue tan aburrida, pero
Nuestro futuro era incierto
Y tú mejor que nadie lo sabía
Te resististe tanto a creerlo
Vivíamos en una cruel mentira
Aquellos besos eran falsos
Pero no mas que nuestros "te quiero"
Creíamos ser tan felices
El mundo también lo pensaba
Pero en tu corazón y el mío
Esa farsa no podía vivir más
Fue tan extraña esa despedida
Sin lágrimas, sin reproches
Tan solo un último beso
Que no fue dulce ni fue amargo
Nuestros caminos se separaron
Corrimos en busca de nuestros sueños
Aunque siento que al mentirnos
Matamos una parte de ellos.
Yo sabía que no me amabas
Tú sabías que sólo me divertía
Desde el principio nuestras razones
Nos alejaron cruelmente
Fuimos ilusos al creer
Que el tiempo seria buen aliado
Pero al contrario, fue despiadado
Porque jamás lograremos perdonarnos
L.C.G. Noviembre -2009
30 de septiembre de 2009
Visita δράκος
Divertido blog con mucho contenido interesante (o eso esperamos, porque está en construcción)
8 de julio de 2009
Perdoname!
aunque no lo puedas creer me duele tanto como a tí
el mundo estaba en mi contra y me sentí desesperado
pero no eres tú la culpable de esta situación
sin embargo tu fuiste quién pagó las consecuencias
Sin tener algun motivo descargue mi venganza tí
siendo tú, la persona más maravillosa de este mundo
me atreví a abrazarte con estos mentirosos brazos
Te llené de farsantes besos, te acaricié con lascivas manos
que ahora escriben tratando las perdones sin merecerlo
No hice caso a las advertencias del mal que te provocaba
mi soledad desbordada acometió tu dulce y pequeño cuerpo
aunque mi corazón penaba por no ser capaz de controlarme
ahora me ahoga en un gemido de infamia que sólo podra cesar
con la dulce pronunciación de tus labios de un perdón
Aunque creas que son falsas te pido que las escuches
no pido que las comprendas, pero sí que me reconozcas
mira bien en mis pupilas y veras arrepentimiento
jamas podré quererte como tú lo hubieras merecido
pero nada de eso justifica la maldad con que te traté
No conozco tu paradero, tampoco se si estás bién
éste infortunio es culpa mia por no quererte como lo merecias
tú fuiste como un ángel que alumbraba mis días
pero el brillo de tus ojos, lo extingui con indiferencias
hoy que los necesito, quizas ya no brillen más.
LCG. 2009
11 de junio de 2009
Te miro
aunque no lo haces como yo
disimulas cuanto puedes
pero ocultarlo no podrás
Tras cada broma una risa
me encanta verte sonreir
pero me rompería el alma
que un día te rías de mi
Te miro por las mañanas
y eso es mas que suficiente
te imagino en mi camino donde
quiera que me encuentre
Ni siquiera se porqué te miro
no le he dejado de hacer
desde que he conocido
tu maravilloso ser
Tú sabes que yo te miro
No lo negarás jamás
pero se que tú me miras
como un amigo nada más
LCG marzo - 2001
16 de febrero de 2009
Pienso en tu sonrisa
Pienso en tu sonrisa y se llena mi alma,
Imagino tu voz y mi oído se endulza,
Recuerdo tus manos y la tentación de tomarlas regresa,
Veo tus labios y el deseo de besarlos me quema por dentro.
Ha decir verdad, no se porque te quiero…
Será tu sarcástica sonrisa que me alienta a ser cada vez más necio?
O acaso es la tímida voz con que hablas y describes sutilmente cada uno de mis errores?
Más aun, serán tus manos que aunque parecen frágiles pueden despedazarme al instante?
Quizás tus besos que anhelo pero nunca ambiciono?
No, no es eso lo que en ti vi, estoy seguro que va más alla
Siento tu indiferencia y el mundo se nubla,
Veo la distancia que entre nosotros existe y me pierdo aun más lejos
Percibo el nulo interés que en ti despierto y la tristeza me devora
Entiendo tu desprecio y no me queda más que seguir solo.
Pero sabes…
Tu indiferencia me es grata, porque me permite ser otro cada día que te veo.
La distancia me parece útil, pues tengo que buscar el modo de acercarme a ti.
Aunque no soy interesante, soy feliz cuando fallidamente lo intento.
Esta soledad me da fuerza, porque tú también eres un alma solitaria.
Leonardo Carreón García, Febrero 2009